"Cuando los padres de los estudiantes de Ayotzinapa nos instaron a no olvidar, a mantener presentes a nuestros muertos, se situaron en esa tradición mesoamericana y católica que nos invita a mantener abiertos los canales a través de los cuales los vivos y los muertos nos damos la cara, nos reconocemos y coexistimos, y tal vez, incluso nos intercambiamos"
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/10/30/actualidad/1446203966_404088.html
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